Como cada noche te veo llegar.
Tú vives en un primero,
y yo en un frío portal.
La luz que me alumbra
desde tu ventana,
concilia mi sueño hasta despertar.
Ya por la mañana te veo pasar,
como cada día, me haces suspirar.
Tú no te das cuenta,
pasas sin mirarme,
pero yo te sigo
sin que lo presientas.
Soy un vagabundo
que se ha enamorado
y desconsolado
te sigue en silencio.
Y en esos segundos
que dura mi dicha,
cuando me doy cuenta,
mi sueño ha acabado.
Hoy como otras noches,
pasaste a mi lado
y no sonreías,
cruzaste llorando.
Yo siento la pena
de tu sufrimiento;
te miro, me miras,
y lloro por dentro.
Siempreviva.
Muy lindo el poema, Siempreviva. Me ha gustado mucho. Que tengas un buen día.
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Gracias por acompañar mis letras.
Un cordial saludo.
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No existen las casualidades. Gracias por unirte a Un Mundo para ser el Ser, en el que todos sus habitantes aman las Artes.
También nos «reunimos» en una comunidad a la que puedes acceder desde el lateral del blog.
Samuel
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Gracias por tu visita y comentario.
Un cordial saludo.
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